Rodrigo Coronil, más conocido como “El chipero cheto”, ha vuelto a encender la mecha de la polémica con declaraciones que no dejan títere con cabeza. Desde Coronel Bogado al prime time, este empresario devenido en figura mediática viene sacudiendo la farándula paraguaya con una mezcla de irreverencia y carisma que no pasa desapercibida. “No soy producto de nadie, no tengo padrinos y no le debo favores a la televisión. Por eso me odian”, lanzó, encendiendo las redes como pólvora.

En una reciente entrevista, Coronil arremetió sin filtro contra quienes, según él, “ya tuvieron su momento y no soportan que alguien nuevo les robe cámara”. Apuntó directamente a figuras históricas del entretenimiento nacional a quienes tildó de “oxidarse en el mismo chisme de hace 20 años”. “Los viejos faranduleros están en modo repetición. Se creen leyenda, pero ya nadie los escucha”, disparó sin remordimiento, mientras sus seguidores en redes aplaudían su franqueza y sus detractores lo acusaban de arrogante.
Lejos de apaciguar el escándalo, Rodrigo Coronil redobla la apuesta. “A mí no me calla ni la TV ni la envidia. Vine a quedarme, y si tengo que patear un par de ídolos de barro para abrirme paso, lo haré”, sentenció. Con su estilo provocador y su lengua filosa, “El chipero cheto” promete seguir dando que hablar, para bien o para mal. Y en este juego de egos, parece que el nuevo protagonista ya encontró su mejor arma: decir lo que muchos piensan pero nadie se anima a gritar frente a cámara.