Después de revivir su carrera gracias a la nostalgia de las redes sociales y al redescubrimiento de sus clásicos como I’m Like a Bird y Maneater, Nelly Furtado sorprendió al anunciar que dejará los escenarios. La artista canadiense, de 46 años, compartió un extenso mensaje en el que agradeció a sus seguidores y recordó con cariño sus inicios, justo cuando su imagen volvía a cobrar protagonismo entre nuevas generaciones.

El anuncio llega tras meses en los que Furtado fue objeto de crueles comentarios sobre su aspecto físico. Aunque evitó referirse directamente a las críticas por su aumento de peso, su despedida parece marcar un punto final a un periodo de exposición mediática no siempre amable. En lugar de responder al escrutinio, la cantante prefirió transformar la adversidad en una oportunidad para revaluar sus prioridades personales y creativas.

“Siempre me identificaré como compositora”, aseguró Furtado, subrayando que seguirá vinculada a la música desde otros espacios. Su decisión, más que una retirada definitiva, suena a un acto de amor propio y de resistencia frente a los juicios estéticos que aún pesan sobre las mujeres en la industria. Con gratitud y serenidad, la artista cierra un ciclo de 25 años y abre otro, donde el centro ya no será la fama, sino su bienestar.