En una noche cargada de emociones en MasterChef Celebrity, la exatleta Leryn Franco sorprendió al abrir su corazón y compartir una de las decisiones más significativas de su vida. Durante la consigna del programa que proponía revivir momentos de la infancia, Leryn recordó cómo su niñez estuvo marcada por la ausencia de sus padres, quienes debieron trabajar sin descanso siendo muy jóvenes. Esa experiencia, lejos de ser una queja, fue el motor que la llevó a trazar una vida cuidadosamente planificada.
La exdeportista confesó que desde temprana edad tuvo claro que primero quería cumplir sus metas profesionales: competir, entrenar, estudiar y crecer. Solo después de haber alcanzado esas metas, se daría permiso para formar una familia. “Quería ser una mamá presente, de las que puede estar, escuchar y acompañar”, expresó, dejando en claro que su elección fue consciente y basada en lo que ella misma no tuvo durante su niñez.
Sin embargo, el camino no fue sencillo. A sus 43 años, Leryn confesó por primera vez que el proceso de búsqueda de un hijo no ha sido fácil. Habló con honestidad sobre la falta de información que existe en torno a la fertilidad femenina y lo poco que se discute públicamente. “Nadie me contó que después de los 35 todo se vuelve más difícil”, dijo, visiblemente conmovida, y remarcó que tampoco se habla de lo que siente una mujer cuando mes tras mes recibe un resultado negativo.
Más allá de las cocinas y la competencia, Leryn usó su espacio en televisión para poner sobre la mesa un tema delicado, pero necesario. Habló por ella y por muchas otras mujeres que, como ella, decidieron primero ser atletas, profesionales o emprendedoras, y luego intentar ser madres. Su testimonio no solo conmovió a sus compañeros, sino que abrió una conversación que rara vez tiene lugar en horario estelar.