Después de más de tres décadas de intensa labor frente a las cámaras, Blanca López cerró un capítulo emblemático en el periodismo nacional al acogerse a la jubilación. Reconocida por su inquebrantable compromiso en la cobertura de noticias policiales y sociales, la comunicadora fue testigo directa de los episodios más agitados de la historia reciente del país, ganándose el respeto y la admiración de miles de televidentes.

Con su salida del programa Pulso Urbano, donde durante años compartió pantalla con colegas y construyó una fuerte conexión con la audiencia, Blanca se ausentó oficialmente esta semana, en una despedida que coincidió con otro motivo para celebrar, su cumpleaños. Sus compañeros de equipo aprovecharon la ocasión para brindarle un cálido homenaje, recordando anécdotas, risas y coberturas memorables que marcaron su trayectoria.

Hoy, la reportera cambia la libreta de apuntes por la pista de baile, preparándose para festejar esta nueva etapa de vida. Con su partida, la televisión pierde una voz firme y creíble, pero el periodismo nacional gana una leyenda que deja un legado de ética, valentía y cercanía con la gente.