Melania Trump sorprendió nuevamente con su elección de vestuario en la segunda toma de posesión de su esposo, Donald Trump, como presidente de Estados Unidos. La exmodelo eslovena apostó por un estilo sobrio y elegante con un abrigo de paño de Adam Lippes, combinado con un sombrero de estilo canotier diseñado por Eric Javits. Este look, minimalista pero sofisticado, se completó con una falda de tubo de lana seda y una blusa marfil, que mostraban su dominio del estilo clásico.
Lo que llamó la atención de muchos fue el sombrero que cubría casi por completo sus ojos, un detalle que no pasó desapercibido. De acuerdo con algunos expertos en moda y comportamiento, este accesorio podría interpretarse como un gesto de distanciamiento o reserva, particularmente al impedir que su rostro se mostrara completamente visible en un evento tan importante.
A pesar de lo sobrio de su elección, el atuendo de Melania también causó algunos momentos inesperados, como cuando el sombrero impidió que su esposo, Donald Trump, pudiera acercarse para darle un beso.
No obstante, este detalle no restó elegancia a su presencia, y la primera dama se mantuvo fiel a su estilo personal, dejando claro que su atuendo era una declaración de sofisticación y control en un evento de gran importancia política.