Diego Martínez es sin duda alguna sinónimo de perseverancia, mucho talento y humildad que cada mañana informa a todos los televidentes de América Paraguay. El periodista dio una entrevista a PrimiciasYa donde comentó cómo se dio sus inicios en los medios de comunicación.
¿Diego, cómo nace tu pasión por el periodismo?
En mi adolescencia, cuando alternaba entre la albañilería y la venta callejera en Villa Elisa, de donde soy oriundo, le tomé admiración al periodismo. Entonces, con 15 años de edad, tenía una adicción que nunca la perdí: La radio. Para entonces el modo de hacer radio era distinto. Los locutores tenían voces grandilocuentes y la mía no llamaba la atención de los medios. Ese rechazo me empujó a mejorar y a conquistar algún lugar en las emisoras.
¿Cómo arrancaste en los medios?
De la mano de un primo y gran locutor como lo es Richard Toñánez, hoy vigente en un importante holding. En mi adolescencia me encaminó a leer interesantes obras, a practicar oratoria, a superar el miedo escénico, a escribir lo que veo y pienso, a razonar sobre qué es importante, a relatar historias, a entrevistar. Fue un maestro para mí.
¿Cuál es el talento oculto de Diego, que tal vez las personas no conocen aún?
Sin quedar pegado como presumido, con toda humildad, creo que mi talento oculto para la gente, y en permanente desarrollo, es inventar frases sobre la marcha en un conversatorio con cierto sarcasmo, ironía y humor.
¿Cómo arranca tu día a día?
No solo ahora, hace años… Arranco, por motivos laborales, a las 3.30 horas de la madrugada. Mientras hierve el mate que prepara mi señora, me ducho, me organizo para la salida, escucho AM y llego al canal a las 5 de la mañana. Con el equipo de prensa chequeamos los temas que vamos a desarrollar en el noticiero. Tomamos mate y vemos qué publica la competencia.
¿Qué aún te falta por hacer en los medios de comunicación?
El público masivo sigue consumiendo TV abierta y TV por cable. Sin embargo, la TV en vivo vía streaming, una tendencia que se afianza, es mi próximo desafío. Mi puntería va al streaming, será la marca de mi nueva era. Será un proceso de cambio de hábitos, pero el éxito se verá en la masividad y popularidad por los contenidos periodísticos que vamos a ofrecer. Hay que emular pensando en ese target más juvenil, sin descuidar otros segmentos.
¿Te ves conduciendo un programa totalmente diferente a lo que venís haciendo en los noticieros?
Como todo se transforma en la era del streaming, me veo incluido en ese proceso. Sin embargo, la esencia del relato, los principios que hacen a la noticia, y la ética, no se alterarán por más cambios impensados que aparezcan en esta dinámica de la industria.
¿Quién es tu máximo referente?
Te cito a algunos. En Paraguay, Yolanda Park, Guillermo Domaniczky, Mabel Rehnfeldt, Andrés Colmán Gutiérrez y Carlos Martini. Mirando hacia afuera, Eduardo Feinmann, en Argentina; y Ricardo Boechat, en Brasil.
¿Hay alguna entrevista que te marcó por el impacto que tuvo?
Una humilde artesana, años atrás, unos meses después de la entrevista que le hice en vivo como cronista en canal 13 para el noticiero conducido por Carlos Martini, me confesó que antes de la nota, ella atravesaba silenciosamente una crisis en su economía, que “estaba al borde del suicidio”, y que esa entrevista le trajo -como comerciante- cientos de clientes que le cambiaron la vida. Eso no lo supero. Me sigue impactando.
¿Cuál es la frase que sentís que te describe?
Fuerte, pero sencillo.
¿Qué recomendación o consejo le das a los jóvenes que buscan un lugar en los medios de comunicación?
Que amen esta profesión, que forjen su temperamento ante diversos escenarios que da el periodismo y que aprendan a usar todo tipo de herramientas para comunicar. El típico periodista “de solo redacto” o “solo quiero hacer pantalla” va camino a ser desplazado por los que están mejor preparados. Por otro lado, siempre hay que ser buenas personas. La gente malvada, nociva, destructora, de doble filo, puede tener cierto espacio, por algún tiempo en los medios, luego su propio peso, sus propias palabras les entierran en el olvido y no le permiten volver a ningún lugar.
Te vemos en televisión, te escuchamos en radio y también manejando medios de comunicación, ¿cómo haces para cumplir con todos tus compromisos?
Gracias por el concepto. Creo que esa responsabilidad se basa en tres pilares. La pasión y el amor personal por el periodismo, el apoyo incondicional en mi hogar y el respaldo de los directivos, que dan el privilegio de estar al frente del departamento de prensa.
Un mensaje que le quieras dejar a los lectores de PrimiciasYa que siguen y admiran tu trabajo.
Que en cualquier profesión en la que están, que amen lo que producen y que sirvan desde lo que saben hacer, eso ayuda mucho en lo personal y empuja al país a crecer.