Una fuerte controversia se generó luego de que la conductora, Carmiña Masi, lanzara declaraciones que fueron consideradas gordofóbicas por gran parte del público. En un programa de televisión, Carmiña afirmó que las personas con sobrepeso «no pueden ser felices ni sentirse conformes con su cuerpo», y calificó la obesidad como una enfermedad crónica incompatible con el bienestar. Además, cuestionó la realización de certámenes como Miss Gordita y Mister Gordito, diciendo que no deberían existir.

Las respuestas no tardaron en llegar. Denisse Carreras, vicerreina de Miss Gordita Paraguay 2024, salió al paso para defender con firmeza la causa del certamen y a quienes lo integran. “Carmiña no es obesa, pero no se le ve feliz tampoco. La felicidad no se mide por el cuerpo, sino por cómo se enfrenta la vida”, declaró al diario popular. Denisse remarcó que aceptar la obesidad como condición médica no significa resignarse ni romantizarla: “Yo me amo, entreno, como bien y ya bajé 17 kilos, pero sin esconderme ni dejar de vivir”.

La modelo plus size sostuvo que ser gordo no debería ser sinónimo de estar al margen del disfrute o de la vida plena. “Se puede amar, viajar, ponerse linda y ser feliz, incluso en tratamiento. No hay que esperar a adelgazar para existir”, expresó. Además, defendió el propósito del certamen Miss Gordita como un espacio de visibilización, acompañamiento y aceptación real, alejándose del estereotipo superficial. El cruce entre Masi y Denisse deja al descubierto un debate profundo sobre salud, autoestima y los límites entre opinión y estigma.