Con tan solo 23 años, Nath Aponte se ha convertido en una de las voces más potentes de La Voz Argentina, pero detrás de ese talento deslumbrante hay una historia de coraje y autodeterminación. La artista paraguaya recordó que su camino comenzó a los 14 años, cuando decidió independizarse y apostar todo por su pasión: el arte. “Me fui sola a estudiar teatro musical sin saber si podría pagar. Solo sabía que quería estar ahí”, confesó al portal Infobae de Argentina. Esa decisión la llevó a cruzarse con el director Santiago Palumbo, quien le ofreció una beca completa y se transformó en una figura clave en su vida.
“El teatro musical me salvó”, afirma Nath, con emoción. Desde sus primeras canciones en la iglesia hasta su ingreso a la Comedia Musical Paraguay, el arte fue su refugio, su escape y, sobre todo, su motor. A pesar de no contar con el apoyo económico ni la certeza de un futuro asegurado, Nath encontró en la academia no solo formación, sino también una nueva familia. “Santi fue esa luz que me ayudó a creer en mí. Gracias a él, hoy puedo vivir haciendo lo que amo”, expresó.
Más allá de los escenarios, Nath construyó una red de contención emocional en la comunidad artística que la rodea. Rodeada de amistades sinceras y de un ambiente que celebra su crecimiento, la joven cantante afirma que por primera vez en su vida se sintió verdaderamente acompañada. “Nunca imaginé llegar hasta acá. Es mucha emoción, pero también responsabilidad. Quiero disfrutarlo y dar lo mejor de mí”, dijo, mientras continúa brillando en uno de los escenarios más importantes del continente.