Navila Ibarra, política y exfuncionaria pública, desató una controversia en redes sociales al compartir una anécdota sobre su visita a una peluquería para hacerse la manicura. La farandulera sorprendió a sus seguidores al contar que, por un simple esmaltado semipermanente, el precio alcanzó los G. 500.000, cifra que la dejó atónita. 

A pesar de su sorpresa, explicó que no tuvo otra opción que pagar por el servicio, pero cuestionó si las manicuristas están aprovechándose de sus clientes al fijar precios tan elevados.

En tono crítico y humorístico, Ibarra expresó su desconcierto por los costos del servicio, mencionando que algunas profesionales del cuidado de las uñas parecen tener tarifas desproporcionadas, a veces incluso superando la calidad del trabajo que realizan. 

«¿Las manicuristas ya no saben el dinero?», se preguntó. Su comentario generó una variedad de reacciones en redes sociales con seguidores tanto apoyando su postura como defendiendo los precios del sector de la belleza.