Aprovechando el fervor por el regreso de Paraguay al Mundial, el exdiputado Carlos Portillo decidió que es su momento de brillar fuera del Congreso y del país. Con una mezcla de humor y entusiasmo, anunció que relanzará sus clases de inglés para preparar a los hinchas que sueñan con alentar a la Albirroja en Estados Unidos sin trabarse al pedir un hot dog o gritar un gol en spanglish.
Portillo, que ya es una figura de culto en redes por sus inolvidables clases exprés, donde regaló joyitas como “One, two, three” y “My name is Charlie” con un acento made in Paraguay, dijo que la idea nació tras recibir mensajes de seguidores que le pedían tips para «sobrevivir» en el país del Tío Sam. Su respuesta, prometer lecciones gratuitas con su sello único y cero vergüenza.
Aunque muchos lo tomen con humor, el político liberal está decidido a aportar su grano de arena al espíritu mundialista. “Yo quiero que la gente se sienta lista, que se comunique sin miedo”, comentó. Y si bien sus métodos no son precisamente de Oxford, su carisma podría convertirlo en el profe más viral del Mundial. Porque si alguien puede hacer del inglés un show, ese es Charlie.