Lizzi, la reconocida cocinera e influencer, sorprendió a sus seguidores al confesar que tuvo que suspender un viaje a Miami por un ataque de pánico mientras hacía fila en migraciones. Aunque había compartido previamente su temor a los aviones, esta vez el episodio fue tan intenso que optó por volver directamente a su casa. Lejos de ocultarlo, decidió hablar del tema abiertamente y anunciar que buscará ayuda profesional para superar su fobia.

En un tono entre lo confesional y lo humorístico, Lizzi compartió en Instagram que ya tiene turno con un psiquiatra para indagar en las posibles raíces de su ansiedad. “Necesito saber cuál de todos mis traumas me impide subirme a un avión”, escribió, bromeando sobre viejas heridas del pasado, como los famosos “cintarazos” de su padre o la traición de una amiga cercana. Con su característico desparpajo, expuso: “Mi mejor amiga se metió con mi novio cuando íbamos a Caacupé, se casaron, tuvieron hijos… capaz necesito liberar eso”.

El video, lejos de pasar desapercibido, generó empatía y risas en redes, donde muchos usuarios valoraron su forma honesta, y descontracturada, de hablar de salud mental. Lizzi, sin proponérselo, abrió la conversación sobre los miedos que todos enfrentamos y demostró que, incluso entre risas, también hay espacio para sanar.