En una emotiva conversación con la periodista Yolanda Park, la cantante Nadia Portillo abrió su corazón y compartió uno de los momentos más oscuros de su vida. Reconoció que durante mucho tiempo no supo comprender la profundidad de los problemas emocionales ajenos. “Cuando alguien decía que estaba con depresión, yo pensaba que era solo falta de ganas”, confesó. Pero todo cambió cuando le tocó vivirlo en carne propia.
La artista explicó que, según sus terapeutas, su salud mental se vio afectada por heridas no resueltas de su infancia, que se acumularon hasta estallar después del nacimiento de su segundo hijo. Fue entonces cuando enfrentó una fuerte depresión postparto que la paralizó emocionalmente. “Sentí que se me vino la noche”, recordó. La presión mediática y la falta de comprensión hacia sí misma agravaron el cuadro. Durante ese tiempo, incluso negó públicamente su embarazo, mientras por dentro atravesaba una tormenta silenciosa.
Hoy, más serena y fortalecida tras un proceso terapéutico, Nadia decidió contar su historia sin filtros. Su testimonio visibiliza la importancia de la salud mental, especialmente en figuras públicas que muchas veces se ven obligadas a mostrar una imagen fuerte. “No estaba lista para hablar, pero ahora sé que compartir esto puede ayudar a otras mujeres que sienten lo mismo”, concluyó, dejando un mensaje de empatía y reflexión.