Luis Miguel sigue siendo uno de los cantantes con más arrastre en la escena musical y su presencia en algunos lugares genera revuelo entre sus miles de fanáticas quienes hacen hasta lo imposible por tener una foto con él o simplemente saludarlo. Esto sucedió en Ciudad Juárez, México donde el artista se encontraba en un restaurante y fue sorprendido por una gran multitud.
Generalmente el ídolo de la música romántica no es muy accesible con las personas, pero en esta ocasión se mostró muy sonriente y hasta se pudo notar que se secó unas lágrimas al ser ovacionado. Tampoco aceleró el paso, es decir, se tomó su tiempo para responder con amabilidad a los presentes.
Lo que llamó la atención es que en un momento dado se puede notar que se saca el anillo de compromiso de los dedos y se guarda en uno de los bolsillos de su saco, muchos creen que es lo hizo por medidas de seguridad.