Lorena Arias se sumó a la ola de espectadores que decidieron ver «Cónclave», la película que disparó su popularidad tras la reciente muerte del papa Francisco. Sin embargo, lejos de sumarse a los elogios generalizados, Arias expresó su desencanto con el desenlace del filme, asegurando que contradice los valores que le inculcaron desde pequeña en el seno de la Iglesia Católica. “No me gustó el final. No me va a gustar nunca”, afirmó sin rodeos.

Aunque dejó en claro que no pretende arruinarle la experiencia a nadie, Arias fue categórica en su rechazo, lo que más le incomodó no fue la narrativa ni el ritmo, que incluso reconoció como “un poco largo”, sino el mensaje final que transmite la historia. “Cuando se trata de la fe, cada quien tiene su forma de vivirla. Pero eso no va con lo que a mí me enseñaron”, explicó, marcando su postura desde un lugar profundamente personal y emocional.

La exmodelo valoró, eso sí, las actuaciones y la estética de la película, calificándolas como “impecables” y destacando la calidad visual de la producción. Sin embargo, insistió en que el cierre de la historia, que propone un giro inesperado en el contexto de la elección papal, trastoca pilares fundamentales del dogma católico y deja un sabor amargo para quienes, como ella, siguen sosteniendo una mirada más tradicional sobre la Iglesia.

Cónclave, que se adentra en las tensiones internas y juegos de poder dentro del Vaticano, ha generado opiniones divididas. Si bien muchos elogian su valentía al mostrar los mecanismos ocultos del cónclave papal, otros, como Arias, sienten que se cruza una línea peligrosa entre la ficción y la irreverencia. “Respeto la fe de los demás, pero también espero que respeten la mía. Ese final no solo me descolocó, me dolió”, cerró la periodista.