Durante meses, los rumores sobre un posible vínculo entre Katy Perry y el ex primer ministro canadiense Justin Trudeau mantuvieron al público en suspenso. Las especulaciones se alimentaban de encuentros discretos y coincidencias poco casuales, pero sin evidencia concreta. Sin embargo, esta semana, una serie de fotografías tomadas en la costa de Santa Bárbara parecen haber puesto fin al misterio, la cantante y el político no solo comparten afinidad, sino también gestos de intimidad que confirman lo que hasta ahora era solo sospecha.

Las imágenes, captadas a bordo del yate Caravelle, propiedad de Perry, muestran a la pareja abrazada, besándose y disfrutando de un momento relajado lejos del protocolo y los escenarios. En una de las tomas, Katy, con un traje de baño negro, rodea cariñosamente el cuello de Trudeau, mientras en otra, él la sostiene de la cintura con un gesto claramente afectivo. El detalle de un tatuaje en el brazo del político, reconocido por testigos, terminó por disipar cualquier duda sobre su identidad.
Este inesperado vínculo entre una estrella pop y una figura política de alto perfil ha generado revuelo en redes y medios internacionales. Aunque ni Perry ni Trudeau han hecho declaraciones oficiales, la naturaleza de su interacción deja poco margen para la ambigüedad. Lo que comenzó como un rumor de pasillo en la farándula internacional, ahora se consolida como una historia de amor en pleno desarrollo, a la vista del mar y del mundo.