A sus 32 años, Fabi Martínez pensaba que su cuerpo y su vida seguían un guion común, energía, proyectos y futuro por delante. Pero un diagnóstico inesperado la confrontó con una realidad que parecía adelantada: estaba entrando en la menopausia. “Mi cuerpo se sentía como el de una mujer de 56 años, y yo tenía 32”, confesó, recordando la mezcla de confusión, miedo y tristeza que la invadió al comprender que su ciclo vital había cambiado de rumbo mucho antes de lo esperado.

Los síntomas fueron su primera señal de alarma, zumbidos en los oídos, dolores articulares, insomnio y ansiedad que la hacían sentir atrapada en un cuerpo que no le respondía. Cada día se volvía un desafío, y la sensación de apatía y desánimo la acompañaba hasta en los momentos más cotidianos. La modelo y conductora admite que fue un tiempo de duelo consigo misma, de comprender que la biología a veces decide caminos que no se planean.

Pero la historia de Fabi no es solo de lucha, sino también de decisiones y esperanza. Entre estudios genéticos y tratamientos de fertilidad, la exMiss comenzó a pensar en la maternidad y en la manera de adaptarse a esta nueva etapa. “Nunca pensé que llegaría este momento, pero hoy sí me gustaría ser mamá”, asegura. La actriz y comunicadora demuestra que incluso cuando la vida se adelanta, siempre hay espacio para reinventarse, tomar las riendas y encontrar nuevas posibilidades.