Tras su abrupta salida de Trece y Unicanal, Fernanda Robles decidió tomar distancia del mundo televisivo y aprovechar este momento para reenfocar su vida personal y profesional. Luego del escándalo generado por su trato hacia el cronista Willian Emery en un móvil en vivo, la periodista optó por el silencio mediático, pero en conversación con el portal EPA! aclaró que no fue despedida, sino que su salida se dio “en los mejores términos”.
Lejos de aferrarse a la pantalla chica, Robles ve este impasse como una oportunidad para explorar nuevos horizontes. Según trascendió, estaría interesada en incursionar en proyectos vinculados al desarrollo personal, producción de contenidos digitales e incluso retomar estudios que había postergado por falta de tiempo. “A veces es necesario frenar para redescubrirse”, habría comentado a su círculo cercano.
Aunque su ausencia genera interrogantes en la audiencia que la seguía, Robles parece decidida a reinventarse fuera del set. Sin planes concretos de volver a la televisión en el corto plazo, la periodista encara una etapa de transición que podría marcar un nuevo rumbo en su carrera, lejos del reflector, pero no necesariamente del impacto público.