Lo que debía ser una noche cargada de alegría y música en España, se convirtió en un momento de profunda emoción para Camilo y sus seguidores. Antes de subir al escenario, el cantante colombiano recibió una dolorosa noticia familiar: su perrita Malvina, compañera de vida por dos décadas, había fallecido. Con la voz temblorosa y visiblemente afectado, decidió compartir su dolor con el público, que respondió con un conmovedor aplauso solidario.

“Me llamaron mis papás para decirme que Malvina se fue al cielo”, expresó el artista ante miles de personas, que pasaron del entusiasmo al respeto absoluto. A pesar del duro golpe emocional, Camilo eligió no cancelar el concierto y continuar, dejando ver su fortaleza, pero también su humanidad. En ese momento, el show se transformó en una suerte de homenaje a su fiel amiga de cuatro patas.

Camilo no publicó mensajes directos en sus redes, pero sus fanáticos llenaron sus plataformas con palabras de aliento y condolencias. La pérdida de Malvina no solo tocó al artista, sino también a quienes lo siguen desde sus inicios y conocen el amor genuino que profesaba por su mascota. Con este gesto sincero, el cantautor volvió a confirmar que su vínculo con el público se basa en la transparencia emocional, incluso en los momentos más duros.