Una revelación tan íntima como polémica ha puesto nuevamente a Camilo en el centro del debate público. Durante su visita al programa español El Hormiguero, el cantante colombiano sorprendió al contar que conserva dos cuadros realizados con la sangre de sus hijas. Las piezas, que él considera sagradas, fueron creadas a partir de momentos clave en su paternidad, la caída de su primogénita y el nacimiento de la segunda, en medio de un parto casero que él mismo asistió.
Camilo explicó que no se trata de provocación ni morbo, sino de una forma emocional y simbólica de preservar instantes irrepetibles. Uno de los cuadros, titulado “La sangre de un inocente”, surgió cuando su hija se lastimó levemente y dejó una mancha en su camisa blanca. En lugar de desecharla, decidió transformarla en arte. El segundo, aún más impactante, se originó en medio del parto improvisado de su segunda hija, cuando usó una funda de almohada para capturar las huellas ensangrentadas de ese instante que, según sus palabras, fue “sagrado y sublime”.
La confesión dividió aguas entre sus seguidores y el público general. Mientras muchos aplaudieron su sensibilidad artística y lo vieron como un homenaje profundo a la paternidad, otros lo consideraron excesivo y desconcertante. Las redes sociales ardieron entre elogios y críticas, y aunque no es la primera vez que Camilo y Evaluna comparten detalles íntimos de su vida familiar, esta vez el gesto generó un debate más intenso sobre los límites entre arte, intimidad y exposición pública.