Su talento es indiscutible, su carisma la llevó a estar en televisión en varios programas de competencia como el «Baila Conmigo Paraguay» donde acompañó a Alder Alcides consiguiendo el segundo puesto y es por eso que hoy vamos a conocer un poco más sobre la vida de la bailarina Arita Jiménez.
*Arita, ¿Cómo nace tu amor por la danza?
Desde siempre fui una niña muy extrovertida y sin vergüenza a nada, mi mamá me llevó a estudiar en todas las artes y yo solita elegí la danza.
*¿Por qué se considera una carrera de resistencia?
Principalmente es una carrera larga y costosa, para recibirte de profe también debes pasar muchos filtros, pero es la carrera con más sentimientos y satisfacciones.
*¿Cómo se da tu incursión en los medios de comunicación?
Por medio de castings que hice sin parar hasta que logré ingresar en el programa “Rojo el valor del talento”.
*¿Te ves siendo panelista de programas o preferís enfocarte en la danza?
Me encantaría, ahora que salí del Baila empezaré a estudiar periodismo y prepararme.
*¿Qué dejó en vos el reality “Baila Conmigo Paraguay”?
Fue un sueño cumplido, me hizo ver toda la gente que tengo conmigo y que los caminos difíciles son más divertidos.
*¿Cómo viviste esa final? ¿Presentías lo que iba a pasar?
Sí presentía en mi corazón que iba por fin sería mío esto, así son las reglas del juego y las votaciones, pero de verdad gracias a todo el Paraguay.
*¿Cómo hiciste para tener templanza en los momentos densos?
Mi mamá me enseñó a orar.
*El segundo lugar, ¿Es bien recibido?
Sí te diría, pero con una tristeza enorme, es el tercer reality que pierdo y no te miento que me duele un montón
*¿Qué ganaste en el certamen?
Mucha más gente que me sigue, me quiere y me apoya y un equipo que me llena el corazón.
*¿Qué se viene para Arita luego del reality?
Lo que Dios y la producción dispongan.
*Un mensaje que le quieras dejar a todas esas personas que sueñan en estar en el espectáculo, pero se sienten limitadas.
Que intenten y sigan intentando siempre, el perdedor es el que siempre deja de intentar y tengan mucha fe.