Un comentario lanzado por Clari Arias en su programa radial bastó para encender la polémica en el mundo del espectáculo. El comunicador insinuó que una modelo visitaría de manera frecuente a un supuesto narcotraficante recluido en el penal de Emboscada, y aunque evitó decir el nombre al aire, mostró un papel con la identidad escrita a su compañero. Ese simple gesto fue suficiente para que en redes sociales los internautas congelaran la imagen, ampliaran el plano y comenzaran a especular sobre quién sería la aludida.

Entre las teorías que se viralizaron en X, muchos usuarios aseguraron leer el nombre de Rosy Alderete, lo que generó una avalancha de menciones hacia la modelo. Ante el ruido generado, Rosy decidió intervenir de inmediato para frenar el rumor, dejando en claro que no tenía relación alguna con la historia. Molesta, afirmó que no permitiría que su nombre fuera ensuciado por un chisme y mostró públicamente el mensaje que envió a Clari para solicitar una aclaración directa sobre si realmente la había involucrado.

Minutos después, el periodista respondió y negó que Rosy fuese la mujer mencionada en su relato, lo que permitió desactivar parcialmente la polémica. Agradecida por la aclaración, la modelo expresó su alivio, aunque dejó en evidencia el daño que pueden causar rumores lanzados sin precisión. El episodio volvió a poner en discusión la rapidez con la que las especulaciones se expanden en redes y cómo pueden afectar la reputación de figuras públicas.