Bad Bunny volvió a sacudir el panorama cultural, pero esta vez no con música, sino con humor. El artista puertorriqueño fue el anfitrión del regreso de Saturday Night Live y, lejos de conformarse con el clásico monólogo, apareció caracterizado como “Quico”, el icónico personaje de El Chavo del 8. El sketch, que mezcló nostalgia latinoamericana con comedia americana, se volvió viral y desató todo tipo de reacciones en redes.

Junto a un elenco diverso, con Marcello Hernández como El Chavo, Sarah Sherman como La Chilindrina y el mismísimo Jon Hamm en el rol de Profesor Jirafales, el intérprete de «Un Preview» se metió en la piel del niño cachetón y berrinchudo que marcó a varias generaciones. El sketch fue grabado en inglés, pero repleto de guiños visuales, frases y movimientos que evocaron al universo creado por Chespirito, en una adaptación tan inesperada como hilarante.

Mientras unos celebraron la escena como un homenaje entrañable a la cultura pop latina, otros se preguntaron si el humor de “la vecindad” encajaba en un show tan estadounidense. Lo cierto es que, una vez más, Bad Bunny logró lo impensado, colar un pedazo de infancia latinoamericana en la televisión más vista del país anglosajón justo cuando su carrera apunta al escenario más masivo del mundo, el Super Bowl.