La inseguridad volvió a golpear al cantante José Viera, quien denunció públicamente haber sido víctima, una vez más, de tortoleros. La indignación del artista no se hizo esperar, y esta vez, aseguró que ni siquiera realizará la denuncia correspondiente, convencido de que las autoridades no han hecho nada concreto para resolver los casos anteriores.
“¿Para qué denunciar si nunca encuentran a los responsables?”, expresó con impotencia en redes sociales, tras compartir los daños sufridos en su vehículo y la pérdida de objetos personales.

Este nuevo episodio se suma a una larga lista de hechos similares que ha vivido el músico en lo que va del año. A principios del 2025, Viera sufrió uno de los golpes más duros: mientras compartía un momento recreativo con sus seguidores, su vehículo fue violentado y los ladrones se llevaron instrumentos musicales valuados en más de 30 millones de guaraníes.
Apenas el mes pasado, volvió a reportar que le rompieron una ventanilla del auto. Y esta semana, el escenario se repitió. Según relató, los delincuentes, que aparentemente se desplazaban en motocicleta, intentaron llevarse nuevamente parte del equipamiento que transportaba. Aunque no lograron llevar todo, el intento de robo pudo haberle significado otra pérdida millonaria, estimada en más de 20 millones de guaraníes.
El hecho más reciente ocurrió tras una actividad religiosa en la que Viera participó como cantante y técnico de sonido. Luego de la presentación, salió a cenar con su familia y, pese a dejar el vehículo en un estacionamiento privado, el resguardo no fue suficiente: los ladrones rompieron vidrios y se llevaron algunas pertenencias del interior.
El artista lamentó que, pese a las denuncias constantes y los llamados de atención pública, las autoridades sigan sin ofrecer respuestas ni acciones preventivas concretas. “Uno trabaja, invierte, se esfuerza… y al final, tiene que resignarse a la impunidad”, dijo, visiblemente decepcionado.
José Viera no es solo un músico afectado por la delincuencia: su testimonio también refleja el cansancio de muchos ciudadanos que, ante la repetición de hechos delictivos y la falta de resultados, sienten que la justicia y la seguridad simplemente dejaron de funcionar.