Rodrigo Coronil, popularmente conocido como “El chipero cheto”, compartió con PrimiciasYa una emotiva mirada hacia su niñez, revelando que el Día del Niño tiene un valor especial en su vida, ya que coincide con la celebración de su cumpleaños. “Era mágico, porque en la escuela siempre se festejaba. Aunque fuera por el Día del Niño, yo sabía que también era para mí”, expresó con una sonrisa. Entre los recuerdos más marcados, destacó el gesto de su maestra, quien cada año le regalaba una torta, detalle que aún atesora.

El mediático también rememoró cómo, a pesar de no tener grandes recursos económicos en ese entonces, su familia era muy querida por docentes y compañeros. “Mis padres siempre ayudaban a los demás. Tal vez no teníamos mucho, pero lo poco que había lo compartíamos”, contó emocionado. Coronil asegura que esos valores de solidaridad y generosidad siguen siendo pilares en su vida adulta.

Hoy, desde la chipería Don Pipo, Rodrigo continúa esa tradición de dar, organizando donaciones para varias escuelas durante esta fecha tan significativa. “Queremos devolver un poco de alegría a los chicos, como lo hicieron conmigo cuando era niño”, concluyó. Así, el chipero más famoso del país combina su faceta empresarial con un fuerte compromiso social, especialmente en días donde la infancia merece ser celebrada con cariño y dignidad.