Marisol Olmedo, conocida figura de la farándula deportiva y autoproclamada «Madrina de Guaraní», quedó completamente fuera del radar digital tras la eliminación de su cuenta de Instagram. La sanción llegó luego de que se viralizara un video donde aparecía pintando a un caballo con los colores amarillo y negro del club Aborigen, lo que generó indignación entre los usuarios y defensores del bienestar animal.

La ola de críticas no tardó en traducirse en acciones, cientos de internautas reportaron su perfil por presunto maltrato animal. La plataforma, en línea con sus políticas de protección, optó por cerrar su cuenta. No es la primera vez que Olmedo sufre este tipo de consecuencias: semanas atrás ya había perdido su cuenta de Facebook tras recibir múltiples denuncias por el contenido subido de tono que compartía.
Uno de los festejos más notorios en medio del escándalo vino de parte de Carmiña Masi, quien desde el primer momento instó públicamente a denunciar el perfil de Olmedo. Con esta nueva baja digital, la cuerona se queda sin sus principales vitrinas sociales, mientras la polémica sigue encendida tanto dentro como fuera de la cancha virtual.