En una revelación que parece salida de un guion de cine, Juan Sebastián Marroquín, hijo del temido narcotraficante colombiano Pablo Escobar, compartió durante su paso por Chile uno de los episodios más insólitos de su infancia: su padre consideró secuestrar a Michael Jackson como regalo de cumpleaños. El relato fue parte de su charla en el marco del congreso de la Fundación Lo Que De Verdad Importa, donde repasó cómo creció entre lujos, violencia y delirios de poder.

Según Marroquín, el “Rey del Pop” iba a ser llevado a una de las fincas de Escobar en Colombia, bajo la apariencia de un concierto privado. Pero el plan ocultaba una lógica criminal que caracterizaba al líder del Cartel de Medellín: “En vez de pagarle por venir a cantar, la idea era cobrarle para dejarlo ir”, reveló el hijo del narco, quien aseguró que el evento nunca se concretó únicamente porque el gobierno confiscó la propiedad donde se iba a realizar.

“Por la gracia de Dios, nos quitaron esa finca”, afirmó Marroquín, dejando entrever que, de no ser por esa intervención, el secuestro probablemente habría ocurrido. Aunque el episodio nunca llegó a realizarse, muestra hasta dónde llegaban los caprichos y la influencia de Escobar en su época de mayor poder. Años después, su hijo elige contar estas historias no para glorificarlas, sino para mostrar el absurdo y la oscuridad que reinaban en su entorno familiar.