Silvia Flores, conocida por su humor en los escenarios, sorprendió a su audiencia al revelar una parte profundamente personal de su historia durante su reciente paso por el programa Noche de Furia. Con sinceridad y valentía, la comediante habló sobre su decisión de realizarse una mamoplastia de reducción, intervención que había postergado durante años con la esperanza de primero ser madre.

El giro en sus planes llegó de forma abrupta, una histerectomía, que la obligó a replantear su futuro físico y emocional. “Siempre decía que me operaría después de tener hijos”, comentó Silvia, explicando cómo ese deseo se vio frustrado tras la intervención que la dejó sin la posibilidad de gestar. Esta experiencia, lejos de derrumbarla, la empujó a priorizar su bienestar y autoestima.

Silvia explicó que más allá del tamaño, el motivo principal de la cirugía fue recuperar la comodidad con su propio cuerpo. “Aunque estaba flaca, me sentía desproporcionada, y tener los pechos grandes pero caídos no me hacía sentir bien”, expresó.

La artista también habló de lo que hoy se conoce como “mommy makeover”, un conjunto de procedimientos quirúrgicos que muchas mujeres deciden realizarse tras la maternidad o, en su caso, tras despedirse de esa posibilidad. “Ya no tenía algo que me ataje”, dijo, haciendo alusión a que con su nueva realidad, también llegó el momento de elegir su bienestar sin postergaciones.