En una reciente aparición en el podcast “No es tan tarde”, Enrique Pavón, conocido por su personaje “El Abuelo”, compartió una anécdota inquietante sobre sus experiencias laborales. Durante una conversación con el conductor Álvaro Mora, tocó un tema delicado relacionado con ciertos artistas y las sospechas de que algunos de sus contratantes podrían estar vinculados con actividades ilícitas, como en el caso de los famosos de los años 80 y 90, entre ellos «Chespirito», que presuntamente trabajaron para el narcotraficante Pablo Escobar.

Pavón relató que, en su caso, varias veces fue contratado por personas que, al principio, parecían ser simples empresarios organizando fiestas o celebraciones. Sin embargo, tras hacer su show y ser pagado de inmediato, el comediante se sorprendió al ver en las noticias que uno de sus contratantes había sido señalado como narco. «De repente abrís el diario y ves la cara de un narco, y te das cuenta que esa persona te contrató», relató Pavón.

Aunque no menciona nombres específicos, su testimonio abrió un debate sobre las relaciones que algunos artistas pueden tener sin saberlo con figuras del crimen organizado. El hecho de que estos contratantes actúen como clientes aparentemente normales, pero oculten un oscuro trasfondo, genera dudas sobre la manera en que la industria del entretenimiento se cruza con actividades fuera de la ley.