La sorpresiva eliminación de Nath Aponte en las semifinales de La Voz Argentina dejó a muchos sin palabras. Reconocida por su talento vocal, presencia escénica y consistencia durante toda la competencia, la joven cantante parecía perfilarse como la ganadora indiscutida del team Luck Ra. Sin embargo, contra todo pronóstico, el cantante cordobés optó por enviar a Nicolás Behringer a la gran final, lo que desató una oleada de críticas en redes sociales y encendió el debate entre fanáticos y expertos en música.

Lo que parecía una elección artística terminó tomando un giro más personal. Según trascendidos y publicaciones del propio Luck Ra en su cuenta de X, la decisión de dejar fuera a Nath habría estado influenciada por su pareja, la cantante urbana La Joaqui. De inmediato, los usuarios señalaron el conflicto de intereses, acusando al coach de priorizar razones sentimentales por sobre el talento evidente de la concursante eliminada. La indignación no tardó en escalar, posicionando el tema entre las principales tendencias del país.
La controversia expuso una vez más los dilemas éticos que rodean a los realities de competencia: ¿están los jueces realmente premiando al mejor o dejando que sus vínculos afectivos inclinen la balanza? Aunque Nicolás Behringer finalmente se consagró como ganador del certamen, para muchos, el verdadero triunfo fue de Nath Aponte, quien se ganó el reconocimiento del público, incluso fuera del escenario. Su eliminación podría haber sido el fin de su participación en el programa, pero tal vez el inicio de una carrera artística que no necesite de finales televisadas para brillar.

