En una íntima y emotiva conversación con la BBC, la reconocida guitarrista paraguaya Berta Rojas compartió un capítulo fundamental de su vida: la lucha contra el cáncer de mama. La artista, que desde pequeña encontró en la guitarra su más fiel compañera, reveló que ese mismo instrumento fue clave durante su proceso de sanación. “La guitarra fue mi refugio. En medio de la incertidumbre, me aferré a las cuerdas que conozco desde niña, como quien busca aire en medio de una tormenta”, expresó con profunda emoción.

El diagnóstico llegó en 2015, justo antes de una esperada gira por Europa. Lejos de detenerse, Rojas encaró el desafío con la determinación que la define como música clásica, disciplina, enfoque y fe en su entorno médico. Recordó con gratitud a los cirujanos que comprendieron la precisión que exigía su caso. “Mis manos son mi vida. Con un movimiento equivocado, mi carrera podía terminar en un segundo. Ellos lo entendieron y me cuidaron como a una joya frágil”, relató la artista, visiblemente emocionada.

Tras vencer la enfermedad, Berta transformó ese dolor en arte. Su primer concierto fue un acto de gratitud dedicado a sus médicos, y con el tiempo, su resiliencia la llevó a convertirse en la primera paraguaya en ganar un Latin Grammy. El galardón, obtenido por su disco Legado, fue mucho más que un premio: “Fue la manera de decir gracias a quienes rezaron por mí, a quienes no me soltaron la mano”, concluyó. Hoy, su historia resuena como una sinfonía de esperanza en el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama.