El influencer Ale Rojas dejó a todos con la boca abierta al confesar que no tuvo una vida fácil y que como cualquier otra persona también pasó por momentos densos donde el dinero no alcanzaba para nada y tenía que ingeniarse para poder tener un poco de alimentos en su heladera. 

Mencionó que en una ocasión trabajó como lavaplatos en un restaurante bastante costoso, un día se encontraba pálido porque no había comido nada y el hambre estaba haciendo efecto en su cuerpo. Cuando se encontraba trabajando en ese rubro se dio cuenta que algunas personas no comen todo lo que piden y fue ahí donde encontró la forma de hacer pasar esa necesidad.

Señaló que una vez no se consumió todo el postre y que no encontró otra opción que mirar a sus costados, esto para evitar que le vieran, y se tragó lo que había en el recipiente. Argumentó que la peor sensación es la de tener tanta ganas de llenar el estómago que no se piensa dos veces para comer lo que se tiene a la vista.